También rebatió las acusaciones de que “Telegram es una especie de paraíso anárquico” como “absolutamente falsas”. “Retiramos millones de publicaciones y canales dañinos a diario”, aseguró.
Igualmente negó las acusaciones francesas, conforme la plataforma no respondía a las solicitudes de sus autoridades y aseguró que personalmente las había ayudado a «establecer una línea de contacto con Telegram para lidiar con la amenaza de terrorismo» en el país.
Durov, de 39 años, fue imputado después de cuatro días de detención en Francia por varios cargos vinculados a no luchar contra el contenido extremista e ilegal publicado en su aplicación. Su arresto despertó la solidaridad de otro magnate de la tecnología y jefe de la red social X, Elon Musk, quien publicó comentarios con la etiqueta #FreePavel.
A Purov se le concedió libertad condicional tras pagar una fianza de 5 millones de euros (5.5 millones de dólares) y con la condición de no abandonar Francia y presentarse ante una comisaría dos veces por semana.
«Problemas de crecimiento»
El CEO también admitió que el creciente número de usuarios de Telegram (que él cifra en 950 millones en el mundo) «ha causado problemas de crecimiento que hacen más fácil a los criminales abusar de la plataforma».
«Por eso he hecho mi objetivo personal asegurar que las cosas mejoren significativamente en este sentido», agregó el empresario, quien afirmó que la cuestión se está trabajando «internamente» y que desvelará más detalles en el futuro.
«Espero que los acontecimientos de agosto terminen haciendo Telegram (y la industria de las redes sociales en su conjunto) más seguras y fuertes», escribió.
Pero también advirtió que si Telegram no está de acuerdo «en el equilibrio adecuado entre privacidad y seguridad» con los reguladores locales, entonces «están dispuestos a dejar el país».
Con información de AFP.