Al igual que Sonic Generations, la campaña consiste en repasar Actos reimaginados de juegos anteriores, como Sonic Adventure 2, Sonic Heroes (2003) y Shadow The Hedgehog (2005). Pero no es sólo un mejor aspecto visual y sonoro, es una reinvención de rutas, obstáculos y coleccionables para adaptar la experiencia a los estándares contemporáneos de procesamiento y acción en pantalla.
La aventura de Shadow contrasta de inmediato con la de Sonic: la superior extensión de los Actos (cuya duración es alrededor de cinco minutos), la desmesurada cantidad de amenazas en el camino, junto con el exagerado (pero excitante) espectáculo visual y sonoro a través de explosiones, ángulos y movimientos de cámara, convierten esta experiencia en una estampida de adrenalina que poco tiempo te da para recobrar el aliento y parpadear; comparable incluso con los juegos de las series Bayonetta y Devil May Cry.
Existen además desafíos pequeños debes librar para abrir tu camino hacia los grandes jefes. Dichos escenarios son de una duración aproximada de un minuto, y consisten en repasar un fragmento de los Actos superados, pero con condiciones como recolectar cierto número de anillos, derrotar una cantidad mínima de enemigos, entre otras.
En lugar de ser una obligación para progresar, estas pequeñas misiones son una bendición que enriquece el replay value; son compactas, pero sobre todo son ingeniosas, pues recuperan fragmentos de los Actos y les dan un giro tan especial que se te olvida que estás repitiendo una zona conocida.
El mapa HUB que transitas para acceder a los Actos (y otros retos) es un espacio tridimensional que desbloqueas conforme progresas en tu misión y vences titánicos enemigos. De hecho, la exploración del Espacio Blanco se percibe como una versión minúscula del mundo abierto de Sonic Frontiers.
A primera vista pareciera que dicho mapa es el vacío absoluto, y esa es la primera impresión que quiere dar al jugador; pero en realidad está repleto de mini retos, viejos amigos conocidos y secretos, lo que vuelve imperativo utilizar las habilidades de Shadow, (viejas y nuevas) para recolectar los tesoros necesarios para llegar al final de la campaña.
Más allá de su dura personalidad, en mecánicas Shadow se define por su fuerza extrema, su capacidad para teletransportarse entre pequeñas distancias, sus lanzas teledirigibles y su poder para desacelerar el tiempo (“Chaos Control”). A esas conocidas habilidades, se le suman nuevos poderes que desbloqueas, llamados “Doom Powers”, los cuales además de facilitar tus enfrentamientos, te permiten acceder a nuevas rutas y hacen de Shadow una criatura temible ante sus enemigos, pero también a sus seres queridos. Desde esta base, Shadow se siente mucho más poderoso que Sonic, pero no por ello su travesía es más fácil.
La combinación de los poderes de Shadow con el diseño de niveles más desenfrenado y saturado de peligros, hacen de Shadow Generations una de las mejores aventuras de este género en los 33 años que tiene la franquicia estelar de Sega, incluso superior a Sonic Colors, y debería ser la nueva barra con la cual se mida el futuro de Sonic.
Si a eso le añadimos que en diciembre Sega lanzará un contenido descargable especial inspirado en la nueva película, el cual incluirá la voz del actor Keanu Reeves como Shadow, no queda más que recomendarlo Shadow Generations sin reserva.
Conclusiones
No es difícil sostenerlo: Sonic x Shadow Generations es de los mejores juegos recientes de la franquicia.
La apuesta de Sega fue tan acertada como práctica: rescatar de forma inteligente uno de los mejores juegos de Sonic, y combinarlo con una aventura original protagonizada por uno de los personajes más amados de la saga, aprovechando el poder tecnológico de las plataformas actuales.
El resultado es una celebración sublime de lo que hace maravilloso a Sonic como personaje y como universo, y también una experiencia que encantará a fans de todas las generaciones que crecieron con sus videojuegos, cómics, series animadas y películas.